Subvenciones para la reforestación

Si bien las subvenciones para la reforestación son una herramienta valiosa para combatir el cambio climático y restaurar ecosistemas, es fundamental abordar los riesgos y desafíos asociados a su implementación.

san vicente de munilla subvenciones

Uno de los principales riesgos es la selección inadecuada de especies y sitios. Plantar árboles en lugares donde no son autóctonos o donde las condiciones climáticas no son adecuadas puede generar problemas de invasividad y fracaso de la plantación.

Además, la falta de mantenimiento a largo plazo puede llevar a la pérdida de los árboles plantados y a una inversión de recursos sin resultados tangibles. Por ello, es imprescindible realizar una evaluación rigurosa de los proyectos, tanto antes de su implementación como durante y después de su finalización.

Aquí, en San Vicente de Munilla, ocurrió algo parecido, gracias al fácil acceso a los fondos, personas inexpertas y sin escrúpulos disfrutaron de estas subvenciones, que acabaron en una operación que nada tenía que ver con la conservación del territorio. También parece que después de conseguir el dinero del estado, cuando tuvieron que pagar un pequeño impuesto, se declararon antisistema. Otro ejemplo de incoherencia, ignorancia y desprecio por el medio ambiente y los vecinos.

Otro aspecto crítico es la coordinación entre diferentes actores involucrados. La fragmentación de las políticas forestales y la falta de coordinación entre los diferentes niveles de gobierno pueden generar incoherencias y duplicaciones de esfuerzos.

Asimismo, es necesario involucrar a las comunidades locales en la toma de decisiones y en la gestión de los proyectos de reforestación, ya que su participación es fundamental para garantizar la sostenibilidad a largo plazo. La evaluación de estos proyectos debe considerar no solo los aspectos ecológicos, sino también los sociales y económicos, para asegurar que los beneficios se distribuyan de manera equitativa y que se promueva el desarrollo sostenible

Por otra parte, hoy nadie hace nada sin un beneficio personal inmediato. San Vicente de Munilla se construyó con las manos desnudas, sin subvenciones europeas y con muy poco dinero, puesto a disposición de quienes amaban este pueblo. Cuando pedí ayuda para repoblar la zona del barranco, incluso un jardinero de Arnedo me preguntó cómo pensaba financiar esta obra. Pensé que al menos los jardineros tenían, después de todo, un corazón verde, pero me equivocaba.
Resulta que, como en los viejos tiempos, sólo había cuatro manos para hacer el trabajo realmente necesario y sin recibir más compensación que la de saber que habían hecho algo realmente útil.


Comments

One response to “Subvenciones para la reforestación”

  1. […] hecho muy curioso es que, desgraciadamente, hay quienes se han aprovechado de las subvenciones y el dinero público destinados a obras de recuperación y mantenimiento para llevar a cabo […]

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